Mujeres y diseñadoras: Charlotte Perriand
A lo largo de la historia las mujeres como Charlotte Perriand han sido invisibilizadas en el mundo del diseño -y en todas las disciplinas-.
Hablamos de mujeres y diseñadoras con grandes carreras, largas producciones. Sus trabajos han supuesto importantísimas aportaciones para modelar la forma de vivir, pensar y diseñar que conocemos en la actualidad.
Muchas mujeres a lo largo de la historia han contribuido a mejorar la vida de todos los demás, y muy pocas son recordadas hoy en día.
En esta serie de artículos titulados «Mujeres y diseñadoras», repasaremos la vida y obra de muchas mujeres sin las que el diseño hoy no sería lo mismo. ¿A cuántas conocerás?
Charlotte Perriand: a ella le debemos los interiores contemporáneos

Charlotte Perriando fue una arquitecta y diseñadora francesa. A ella le debemos el concepto de almacenaje doméstico, el mobiliario autónomo y funcional, y la concepción de la casa moderna.
Nació en París el 22 de octubre de 1903 y estudió diseño de muebles en la escuela de la Unión Central de Artes decorativas. Acabó absolutamente desanimada porque no compartía el enfoque de los estudios. Ella encontraba la inspiración en la estética de los coches de motor y las bicicletas de la ciudad.
Con 24 años diseñó «Bar bajo el techo», con el que se dio a conocer en el Salón de otoño de 1927. Se trataba de un espacio en acero cromado y aluminio anodizado.
Después de despertar la curiosidad con esta intervención, comenzó a trabajar en el estudio de Le Corbusier. En un primer encuentro con Charlotte Perriand cuando ella fue a buscar trabajo a su estudio, el le contestó: «desgraciadamente, aquí no bordamos cojines». Después fue el propio arquitecto quien le pidió que se uniera a su equipo.
Trabajar junto a Le Corbusier
Aquí comenzó a trabajar junto a Pierre Jeanneret y Le Corbusier como encargada del «equipamiento de la habitación» (mobiliario e interiores). En esta etapa Charlotte Perriand estaba especialmente interesada en el trabajo de diseño prestando atención a los materiales, el bienestar y la funcionalidad.

En 1928 diseñó tres sillones para el estudio compuestos por una base de acero tubular cromado. Estos tres sillones tienen diferentes usos: un sillón de conversación (B301), un sillón para la relajación (LC2 Gran Confort), y un sillón para dormir (Chaise Longe B306). Son varias de las piezas más icónicas con las que contribuye a unificar la arquitectura y dotar de funcionalidad los interiores. Destacan por la suma de modernidad, tradición y su incansable interés por utilizar formas orgánicas debido a su fascinación por la naturaleza.

Sus grandes obras
Tiene especial importancia la Chaise Longue LC4. Se suele atribuir la autoría a Le Corbusier, cuando fue Charlotte Perriand la verdadera creadora de la pieza.

Desarrolló gran cantidad de piezas de mobiliario para el estudio, como en Villa Church (1928-1929), El Pabellón Suizo de la Ciudad Universitaria (1930-1932) o la Ciudad Refugio del Ejército de la Salvación.
El equipo de tres trabajó durante más de diez años. Juntos presentaron en el Salón de Otoño de 1929 «El equipamiento de la habitación: estanterías, sillas y mesas».

La UAM: el espacio de exploración para Charlotte Perriand
En este mismo año Charlotte Perriand se convirtió en uno de los miembros fundadores de la UAM (Unión des Artistes Modernes). Era una mujer muy comprometida con los problemas sociales de su época, teniendo como fin mejorar las condiciones de vida de las personas.

Todos los integrantes de la UAM exploraban las diferentes posibilidades de los nuevos materiales y las técnicas a las que tenían acceso. Intentaban dar una visión actualizada de las artes decorativas.
En este tiempo su máxima siempre fue estandarizar la decoración y no caer en la extravagancia. Para esto incluía el confort y el bienestar en todas sus creaciones.
Trabajar con Le Corbusier no era tan bonito
La ruptura con el estudio viene tras la publicación de «Études sur les différentes manières de s’asseoir auxquelles nos sièges devraient s’adapter» (Estudios sobre las diferentes maneras de sentarse y a las cuales nos tenemos que adaptar). Charlotte Perriand había colaborado activamente, puesto que el diseño de muchos de los muebles y los dibujos son suyos. Pero Le Corbusier no le reconoce la autoría. Esto se repite en unos trabajos sobre el hábitat mínimo de 14 metros cuadrados en los que ella participa y él vuelve a no reconocerla. En este tiempo Charlotte Perriand se vio obligada a dejar la dirección del Pabellón de los Tiempos Modernos en manos de André Masson.
Muchas de las piezas que Charlotte Perriand ideó en el estudio de Le Corbusier las encontramos hoy en día en cualquier oficina alrededor del mundo.

En 1935 todos los profesionales adheridos a la UAM reflexionaron sobre cómo sería «una casa de fin de semana». Charlotte Perriand propuso un espacio modulado tanto en el interior como en el exterior. Utilizó el concepto de la zonificación que había desarrollado en el estudio de Le Corbusier. De esta manera, empleaba tabiques correderos para poder modular la estancia dependiendo de las necesidades de los habitantes. Con esta intervención consiguió la mención del concurso.
Siguiendo este concepto de zonificación, un año después, en 1936 diseño el refugio Bivouac. Consistía en un espacio de 8 metros cuadrados con capacidad para seis personas. Lo llevó a cabo con elementos prefabricados que se unían en tan solo cuatro días. Además, todo el equipamiento interior se diseñó antes que el espacio.


En este mismo año Charlotte Perriand participó en el Salón de Artes Domésticas, dedicado al mobiliario. En esta ocasión se debía acondicionar un espacio de 3×4 metros. Propuso una sala de estar con mobiliario que pudiera permitirse la clase media.
Japón, el país de su máxima inspiración
A partir de los años 40 su estilo dió un giro debido a una gran influencia de la estética oriental.
Entre 1940 y 1942 viajó a Japón. Aquí trabajó como asesora artística para el Ministerio de Comercio e Industria gracias al arquitecto Junzo Sakakura, con quien había coincidido en el estudio de Le Corbusier.

Charlotte Perriand sentía verdadera fascinación por la cultura y la artesanía japonesas. En este tiempo entró en contacto con el movimiento Mingei (movimiento de arte popular) y el minimalismo japonés. Fue el periodo en el que desarrolló trabajos utilizando el bambú, como la reinterpretación de la LC4.

El último proyecto de Charlotte Perriand
A la edad de 90 años realiza su último proyecto. Se trató de un encargo de la UNESCO para que realizara la «Maison de Thé» en la sede del organismo. Diseñó una tienda que estaba sujeta por cañas de bambú, permitiendo que debajo se celebrara la ceremonia del té.

Charlotte Perriand no solo destaca en el mundo del diseño, la arquitectura y el interiorismo. Gracias a ella la fotografía tomó posición junto a los demás tipos de arte, dejando de entenderse como una disciplina puramente decorativa.
La marca de mobiliario Cassina es la empresa que tiene pleno derecho de producción de los modelos que dejó Charlotte Perriand. A lo largo de los años han ido implantando varias modificaciones e innovaciones técnicas para llegar a producir sus piezas de forma industrial. Esto es algo que ella persiguió pero nunca pudo llegar a hacer porque el periodo histórico no era favorable para producir en masa.

Su legado
Gracias a la figura de Charlotte Perriand podemos entender el diseño contemporáneo actual. Tuvo especial interés por las viviendas sociales. Desarrolló un gran cambio en los valores estéticos de los interiores, acompañado por una sensibilidad moderna frente a la vida diaria.
Podríamos estar hablando de una diseñadora visionaria de los interiores modernos. Pudo hacerse valer en una sociedad y un mundo dominado por hombres. Una mujer que remó a contracorriente en una época que negaba a las mujeres el protagonismo que merecían en el diseño contemporáneo.

Charlotte Perriand no solo consiguió colocarse en la escena de los diseñadores que cambiaron la concepción de los espacios interiores. Realizó este trabajó en gran cantidad de países alrededor del mundo como Brasil, Congo, Inglaterra, Japón, Nueva Guinea francesa, Suiza, Francia y Vietnam.
Si hay alguna figura que supo modelar la modernidad, esa fue esta gran mujer y diseñadora. Fue Charlotte Perriand.
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Etiquetas: charlotte perriand, diseñadoras, diseño contemporaneo, interiorismo, mujeres
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